23.04.2015

23.04.2015

Justicia belga condena al presidente de la Conferencia Episcopal por proteger a un pederasta

Joël Devillet, que sufrió abusos por parte de un cura luxemburgués entre 1987 y 1991, presentó una denuncia ante el tribunal eclesiástico años después, cuando el arzobispo André-Joseph Léonard era obispo de Namur. Se determinó que este último no actuó con la diligencia que requería el caso.

Un tribunal belga condenó este jueves al arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Joseph Léonard, presidente de la Conferencia Episcopal belga, a indemnizar con 10.000 euros a un antiguo monaguillo que fue violado por un sacerdote, por haber actuado "con pasividad" ante el caso.

Joël Devillet, que sufrió abusos por parte de un cura luxemburgués entre 1987 y 1991, presentó una denuncia ante el tribunal eclesiástico años después, cuando el arzobispo Léonard era obispo de Namur (sur de Bélgica), informa el diario "La Libre Belgique".

El arzobispo Léonard no trató el caso con la diligencia necesaria, según la sentencia emitida hoy por el Tribunal de Apelaciones de Lieja.

Los abusos comenzaron en 1987, cuando Devillet tenía 14 años y era monaguillo en la localidad belga de Aubange, y se prolongaron de manera repetida hasta 1991.

Devillet reprocha a la Iglesia católica belga haber intentado ocultar el caso y haberle aconsejado no presentar una denuncia.

El Tribunal de Apelaciones de Lieja responsabilizó al presidente de la Conferencia Episcopal Belga de una parte de los problemas psicológicos que padece ahora el denunciante, por culpa de los cuales está parcialmente incapacitado para trabajar.

Devillet, que actualmente tiene 42 años, llevó el caso al tribunal civil de Namur en noviembre de 2013.

"La manera en que el demandado (monseñor Léonard) tomó en cuenta y trató la denuncia de los abusos de los que Joël Devillet fue víctima mantuvo a este último con un sentimiento de injusticia y abandono entre 1996 y 2001", dice la sentencia.

El fallo del tribunal agrega que también "contribuyó al hundimiento de su estructura física" y a "los problemas psicológicos que han dado lugar a una incapacidad de trabajo del 50 por ciento".

Añade que el arzobispo no tomó conciencia suficiente de la situación de víctima ni adoptó medidas contra el sacerdote, que después volvió a reincidir.

En otra sentencia dictada en 2013, el Tribunal Correccional de Arlon, en Bélgica, estimó que la Iglesia católica belga debía haber denunciado al cura responsable de los abusos.

Devillet ya fue indemnizado por el sacerdote que le violó, pero decidió interponer una acción por otros perjuicios, informa la radiotelevisión pública RTBF.